La ansiedad es un estado incómodo de temor que se manifiesta externamente mediante diversos síntomas y signos. Puede ser una reacción normal o excesiva a situaciones estresantes en nuestro entorno laboral, así como una respuesta anormal relacionada con enfermedades médicas o psiquiátricas. El centro laboral de pronto se ha convertido en un lugar muy propenso a generar las condiciones que generan la ansiedad. Las actividades mas comunes que ocasionan ansiedad en sus trabajadores son la minería, la pesca y la industria en general. No obstante cualquier actividad puede generar cuadros de ansiedad en sus trabajadores.
Trastorno de la ansiedad difiere de la angustia
Aunque a menudo se emplean indistintamente los términos "ansiedad" y "angustia", en realidad no son idénticos. La ansiedad se refiere más al malestar psíquico interno, mientras que la angustia implica las manifestaciones físicas que acompañan a la ansiedad.
La ansiedad puede manifestarse crónicamente, como un rasgo de personalidad persistente ("trastorno de ansiedad generalizada"), o como episodios intensos y breves. Estos episodios, que provocan sensaciones de muerte inminente ("tanatofobia") o miedo a perder la cordura ("manifobia"), son conocidos como "crisis de ansiedad," "crisis de angustia" o "ataques de pánico," y forman parte del "trastorno de angustia o de pánico".
La principal diferencia entre el "trastorno de ansiedad generalizada" y el de "angustia o pánico" radica en que en el primero, el paciente experimenta malestar de forma continua, mientras que en el trastorno de angustia, el sujeto se encuentra bien entre las crisis. Además, muchas personas que sufren ataques de pánico desarrollan un temor progresivo a que se repitan, lo que se conoce como "ansiedad de anticipación".
Factores que provocan el trastorno de la ansiedad
Las causas de la ansiedad se dividen en primarias y secundarias. El mismo estrés laboral puede provocar cuadros de ansiedad severos. La ansiedad primaria no tiene una causa específica que la justifique, mientras que la ansiedad secundaria siempre está relacionada con otro trastorno (como el consumo de drogas, hipertiroidismo, etc.).
El "trastorno de ansiedad generalizada" se caracteriza por una hipervigilancia y hiperactividad constantes del sistema nervioso, junto con tensión motora persistente. Es más frecuente en mujeres y está asociado con situaciones crónicas de estrés. Este estrés puede ser generado en el centro laboral, durante el desarrollo de actividades bajo presión.
El "trastorno por angustia" se manifiesta mediante crisis inesperadas de angustia que no están relacionadas con situaciones específicas y se presentan junto con síntomas físicos y emocionales intensos. Las crisis de angustia pueden durar de 5 a 30 minutos y se asocian con un temor persistente a tener más ataques.
Las crisis de ansiedad pueden confundirse con trastornos médicos que también causan hiperactividad del sistema nervioso simpático, como infarto de miocardio, epilepsia o hipoglucemias. También pueden ser una reacción psicológica a malestares físicos o situaciones significativas en la vida de la persona, así como estar relacionadas con el abuso de drogas y sustancias tóxicas.
Tratamiento del trastorno de la ansiedad
Para abordar el "trastorno de ansiedad generalizada", es necesario descartar causas físicas y promover hábitos de vida saludables, evitando el consumo de alcohol y café. La relajación y el yoga pueden ser útiles, y en casos persistentes, se puede recurrir a medicación ansiolítica. Para ello además se debe desarrollar actividades recreativas y de integración en los centros laborales. Esto para evitar que en la vida familiar el estrés del trabajo trascienda e indisponga al trabajador con su familia.
Frente a una "crisis de ansiedad o angustia", se debe procurar la relajación del paciente, realizar análisis para descartar otras causas y, en caso de hiperventilación, proporcionar una bolsa de plástico para respirar CO2. La medicación ansiolítica puede ser útil para detener la crisis, y luego se requerirá un seguimiento médico y, si es necesario, tratamiento con antidepresivos.
Las fobias son alteraciones en las que la ansiedad aparece solo en situaciones específicas, como subir en ascensor o hablar en público. Estos miedos irracionales son desproporcionados a la situación y el sujeto tiende a evitarlos. Las fobias pueden ceder espontáneamente, pero algunas persisten en la edad adulta y pueden requerir tratamiento con antidepresivos y psicoterapia conductual.
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