Si bien es cierto que la Seguridad es una actividad de naturaleza preventiva, es también cierto que de un tiempo a esta parte se ha considerado al comportamiento o conducta del trabajador como un factor muy importante para determinar cierto tipo de riesgos inherentes a la actividad que este desarrolla. Es así que distintos conocimientos obtenidos a partir de la neurociencia han logrado fortalecer y fundamentar las bases para una intervención de la psicología de la conducta de un trabajador en los temas de prevención de accidentes. Precisamente hay tipos de conducta en los trabajadores que pueden incrementar el nivel de riesgo durante el desarrollo de actividades, siendo una de esos tipos la Conducta Impulsiva, cuyo estudio implica la aplicación de una serie de recursos científicos. Por tanto se considera a este tipo de conducta como un tipo de riesgo que se puede observar, pero para analizarlo a fondo, se requiere el uso de medios psicométricos y el aporte de la neurociencia.
es por eso que se llega a definir a la Conducta Impulsiva como un patrón de conducta que conduce a un trabajador a actuar o proceder de forma espontánea y de manera rápida frente a un estímulo o demanda que se genera en el ambiente donde trabaja, es decir cuando se detecta una inconformidad en una linea de proceso, el trabajador suele reaccionar con ciertos procedimientos que no necesariamente son seguros. Por ejemplo cuando se produce un atasco en un equipo o faja transportadores, la reacción natural es muchas veces tratar de solucionar el imprevisto con la mano y con el equipo en movimiento.
Precisamente en casos como estos, debido a la rapidez con que ocurren, el nivel de relación que existe entre la conducta del trabajador y las condiciones del ambiente laboral, no suele convertirse en un indicador fácil de observar, a pesar que dicha observación sea necesaria para establecer una medida de control, en función de la relación conducta y consecuencia, considerando el riesgo involucrado en la conducta detectada, sin embargo cuando la observación de la conducta peligrosa no se realiza, la evaluación y determinación de una conducta insegura podría no ser detectada, por lo que la presencia del Comportamiento Impulsivo se pasaría por alto al momento de realizar el análisis de riesgos.
Es por eso que se han realizado numerosos estudios acerca de la verdadera naturaleza de una conducta impulsiva, para lo cual se ha utilizado metodologías mixtas, donde se han combinado de manera simultánea, ciertas técnicas en base a la tecnología actual, como el uso de tomografías por emisión de positrones y el análisis de neuroimágenes por un lado, y por otro lado también se ha aplicado en el estudio una serie de Cuestionarios dirigidos a los trabajadores evaluados, a fin de conocer mas sobre la presencia de la impulsividad en las conductas de riesgo que se generan de manera espontanea en el trabajo, a fin de recabar mayor información que permita optimizar el sistema de prevención de riesgos laborales.
Es así que en un estudio sobre estos patrones de conducta, se ha utilizado cierto tipo de cuestionarios específicos para determinar impulsividad, como el Barratt Impulsiveness Scale - BIS, el cual posee optimas propiedades psicométricas, y se caracteriza por ser considerada casi siempre en la literatura técnica y ademas posee una precisa conceptualización de lo que vendría a ser un patrón de conducta impulsivo, y ademas resulta un lenguaje bastante comprensivo, lo que genera una respuesta inmediata por parte de los trabajadores evaluados. De esta manera se ha evaluado la variable impulsividad y su influencia en la ocurrencia de accidentes laborales, pero ademas la información generada en este tipo de evaluación, puede también resultar útil en la prevención de riesgos laborales.
Es así como se realizó un estudio utilizando el instrumento mencionado a un grupo de trabajadores que habían tenido en el último año previo al estudio, al menos un accidente laboral. Asimismo para comparar los resultados del primer grupo, se realizo el mismo estudio a otro grupo de trabajadores, los cuales a diferencia del primer grupo no habían tenido ningún accidente de trabajo en el último año, previo a este estudio. Los resultados del estudio fueron contundentes, ya que el grupo que tuvo accidentes en el ultimo año, dio respuestas que demuestras mayor impulsividad frente a los que no tuvieron accidentes.
Otras conclusiones interesantes sobre este estudio, se dieron en torno a como varia este indice de accidentabilidad en función al genero y edad de los trabajadores. Los resultados también arrojaron resultados interesantes, donde se concluye que el hombre incrementa su probabilidad de accidentalidad, mucho mas que en el caso de una mujer. Respecto a la influencia de la edad, el estudio concluyó que los rangos de edad que presentaría mas nivel de accidentabilidad se concentra en rangos extremos, es decir de 0 a 20 años un primer grupo y otro grupo comprendido por personas mayores a 61 años. por tanto luego de observar los resultados de este estudio se puede decir que obtener un puntaje alto en la escala Escala de Barrat, que emplea el estudio, equivale a tener mas posibilidades de sufrir un accidente laboral.
Por tanto interpretando las puntuaciones obtenidas en la escala aplicada en el estudio, en ambos grupos evaluados, definitivamente los trabajadores que sufrieron accidentes previamente, se presentan como más impulsivos que los trabajadores que no han sufrido accidentes en el último año, por lo que de acuerdo a estas conclusiones se puede determinar claramente cual es el grupo que presenta a raíz de su conducta, mayor riesgo de sufrir un accidente. En base a esto se debe enfocar el establecimiento de medidas que contribuyan a la prevención de los riesgos laborales asociados a los patrones de conducta observados.
A pesar de los resultados claros del estudio, existen cierto tipo de factores inespecíficos que podrían influir ligeramente en los resultados de la evaluación, entre los cuales se encuentra el tipo de tareas desarrollado, el tipo de industria y antecedentes laborales. Asimismo existen otros factores que si podrían afectar claramente el desarrollo de la conducta, como son la cantidad de horas en capacitación que se le brinda a los trabajadores para prevenir riesgos laborales y el tiempo de aprendizaje que esto conlleva, ya que de ser suficientes, puede contribuir a generar pausas en el hábito conductual de un trabajador frente a un estímulo que incita una conducta impulsiva, lográndose de esa manera controlar estos patrones de conducta negativos.
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