Las Relaciones Comunitarias es una actividad de gran importancia en Minería, considerada además neurálgica para este rubro. Esto se debe a que la comunicación y el entendimiento con las comunidades involucradas en un proyecto minero representa una etapa importante para el desarrollo sostenible del sector. Para esto se requiere un compromiso de parte de las compañías que va más allá de las acciones sociales, ya que requiere el conocimiento cercano de las necesidades de la sociedad.
Minería como punto de soporte de la economía
Actualmente el sector minero vive momentos de auge y bonanza debido a los precios internacionales de los minerales, lo cual crea un enorme impulso y desarrollo para la economía nacional, que da soporte a las distintas actividades. Esto ha provocado una ola de inversiones mineras que siguen avanzando superando significativamente los niveles de años anteriores.
No obstante una serie de proyectos importantes se vienen retrasando debido a presiones sociales o conflictos sociales con las comunidades campesinas, que habitan en zonas contiguas a estos proyectos. Esto viene provocando una serie de crisis socio-político; donde las compañías están obligadas a adoptar otras estrategias de gestión social preventiva que permita el manejo de conflictos y crisis. Parte de estas soluciones requiere el desarrollo de capacidades de diálogo y concertación principalmente entre la compañía y los pobladores de la zona.
¿Qué son las Relaciones Comunitarias?
Básicamente cuando se habla de Relaciones Comunitarias, se refiere a modelos de gestión social que tienen como objetivo principal el logro de condiciones sociales favorables para el desarrollo de un proyecto minero. Por tanto se puede decir que se trata de un proceso de gestión social o de relacionamiento con comunidades que se identifican los actores sociales. Para esto se evalúa los intereses particulares de cada actor, estableciendo para ello estrategias y actividades que permitan lograr la aceptación o licencia social.
¿Por qué son importantes las Relaciones Comunitarias?
Esto se debe a que la actividad minera produce impactos directos en las comunidades, tanto económica como socialmente. Por tanto se requiere desarrollar herramientas preventivas como la planificación de relaciones comunitarias y establecer un Plan de Consulta efectivo. Si bien es cierto la relación entre comunidades y empresas mineras son complicados, se debe encontrar puntos de coincidencia, ya que suele suceder que las personas tienen otras expectativas respecto a las mineras.
Tener en cuenta que la mayoría de los proyectos se vinculan a la inversión con el retorno económico. No obstante los habitantes de comunidades mantienen la esperanza por el desarrollo y muchas veces pueden lograrse acuerdos satisfactorias, que beneficien también al desarrollo de la comunidad. es así que como factor clave se busca desarrollar un vínculo más viable con la comunidad, que resulte beneficioso para ambas partes.
Comunidades campesinas y Minería
Las comunidades y el medio ambiente se podría decir son los que sufren un impacto directo debido a las actividades mineras. Es por esto que las compañías que desarrollan estos proyectos deben tener en cuenta esta realidad. No obstante, también puede darse el caso que la presencia de las mineras, pueden también tener también impactos positivos, ya que esta actividad puede generar empleo, y desarrollo económico en las zonas donde operan.
De esta manera también debe ponerse en balanza los impactos positivos, como el desarrollo del comercio y actividades relacionadas con la explotación, como venta de alimentos y productos, así como el suministro de servicios como alimentación o alojamiento a los mismos trabajadores de la minera. En contraparte se encuentra los impactos negativos como la contaminación, que de no tomarse las medidas adecuadas puede provocar graves consecuencias en la población, y lógicamente al medio ambiente, afectando principalmente a cuencas de agua utilizada en actividades agrarias por la población local.
Inversión en las Comunidades
Se debe tener en cuenta que ante la coyuntura de resolución de conflictos sociales, las empresas mineras destinan una parte de su presupuesto para invertir directamente en las comunidades. Esto no quiere decir que se trate de una imposición legal, sino mas bien representa de temas de responsabilidad social que toda organización asume, como parte de sus planes y programas de desarrollo.
Por tanto los proyectos mineros deben incluir una serie de medidas que garanticen el desarrollo normal de las actividades cotidianas de las comunidades afectadas, siendo una de las principales, la agricultura.
Planes de Impacto Social y Comunitario
Respecto al Estudio de Impacto Social, se debe definir claramente los posibles efectos socio-económicos y que deben considerarse en el Plan de Relaciones Comunitarias, el cual debe priorizar la aplicación de una política de prevención social y económica. Para esto es importante identificar las formas de enfrentar los impactos y además establecer estrategias claras para ser remediados.
Finalmente es importante que el personal o trabajadores de una empresa minera debe ser sensibilizado para que mantengan una interacción más profunda con la población afectada por estos proyectos. Esto supone impulsar la participación en actividades de interacción con el fin de dar a conocer y aprender sobre costumbres propias de las zonas donde estos proyectos mineros se desarrollan. Esto impulsara el conocimiento en creencias de las comunidades, que es fundamental para una efectiva relación comunitaria, pues estimulara el nivel de identificación con estos proyectos.
Estrategias para resolver los Conflictos Sociales en Minería
Lo importante es salir de los modelos tradicionales y adoptar nuevas condiciones para la inversión minera, estableciendo nuevos métodos de relacionamiento comunitario y con otros grupos de interés. Para ello se debe buscar el modo de crear espacios de diálogo multiactores, impulsando las técnicas de acercamiento y desarrollando un liderazgo de carácter transformativo, que permita impulsar el diálogo transformativo para las partes involucradas.
Por tanto es necesario empezar a crear puentes de negociación y aprender a escuchar y entender realmente la situación y expectativas de cada actor que interviene en un conflicto. Asimismo urge entender que hay detrás de las posiciones y su contexto social, político e ideológico, para ello se debe tener un alto sentido de comprensión sobre la diversidad cultural. Además los diálogos no deben darse de manera unilateral, sino que debe tratarse de diálogos genuinos y participativos.
Lo importante es que la comunicación debe ser permanente, inclusiva y transparente, ya que esto constituye un pilar básico para lograr cierta confianza entre las partes, ya que sin esta condición difícilmente se podrá avanzar un proceso de diálogo. Es decir la desconfianza crea distanciamiento entre las partes y malogra los procesos de negociación, evitando la solución de problemas, obstruyendo así el logro de acuerdos duraderos y sostenibles en el tiempo.
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