Como cualquier emergencia, cuando se trata de asistir a una persona que sufre de una crisis de asma, en primer lugar se debe mantener la calma para evaluar de la manera mas serena el modo como podemos colaborar de acuerdo a la gravedad con que se presenta esta crisis. Recordar que generalmente cuando se manifiesta un ataque de asma, tanto los bronquios como las vías respiratorias tienden a reaccionar frente a ciertos estímulos del medio ambiente, lo que provoca que estos se inflamen y produzcan mucosidad, dificultando agudamente la respiración.
La severidad de estos cuadros de asma, varia desde un estado leve, donde el paciente presenta como síntomas tos y leves pitidos en el pecho, sin dificultades significativas para respirar, mientras que en un estado grave la tos persiste y los pitidos se manifiestan mucho mas sonoros, presentándose ademas una marcada dificultad para respirar, donde también al paciente le cuesta mucho hablar.
Mientras que en las crisis muy graves de asma, el paciente generalmente presenta cuadros de angustia y desesperación, respirando con mucha dificultad, y perdiendo la capacidad de articular frase alguna, ya que simplemente tiende a emitir palabras entrecortadas, mientras que su organismo se debilita y va empalideciendo, traspirando mucho e incluso sus labios llegan a tener un color de tono azulado. En esta situación se debería llamar inmediatamente a la asistencia medica especializada.
Cuando detectamos a una persona que presenta los síntomas mencionados anteriormente, debemos prestar los primeros auxilios para superar su crisis de asma. En primer lugar debemos sentar al paciente en posición erguida mientras que lo tranquilizamos, para después suministrarle su medicación del botiquín de primeros auxilios, tratando de evitar que el asmático se quede solo.
Luego le proporcionamos al paciente el tratamiento de urgencia., mediante el empleo de un nebulizador tipo Ventolín, con el que se le aplica 4 infusiones, de uno en uno, administrados mediante la cámara espaciadora. Asimismo, mientras se aplica este procedimiento, el paciente asmático debe realizar 4 respiraciones suaves, por cada infusión que se le administre, dejando pasar un lapso de 4 minutos entre cada aplicación.
Si se diera la situación de que la persona no mejore, se debe aplicar nuevamente la medicación de urgencia, por lo que si se detecta que el paciente no mejora a su cuadro de asma, y sigue presentando grandes dificultades para respirar y hablar, al tiempo que se observa que sus labios se tornan de color azul, se debe llamar de manera inmediata a la ambulancia, a fin de recibir el apoyo médico especializado.
De esta manera se puede presentar el auxilio ante un ataque de asma, teneindo en cuenta ademas que dichos ataques se manifiestan cuando se expone a un paciente asmático a los desencadenantes del asma, tales como:
Acaros del polvo, humo del tabaco, contaminación atmosférica, sustancias alérgenos de cucarachas, pelo de mascotas, entre otras. Asimismo no olvidar que también los cuadros de infecciones asociadas a la gripe, pueden provocar estos ataques de asma. En caso de un evento similar, te dejamos algunas medidas adoptadas como primeros auxilios ante un cuadro severo de asma:
- Si en caso el paciente está en tratamiento con inhaladores, hay que suministrarlo inmediatamente.
- Se recomienda aflojar la ropa del paciente para facilitar la respiración y evitar la sensación de asfixia.
- Sentar al paciente inclinado hacia adelante, colocando sus antebrazos sobre sus muslos o una mesa, relajando hombros y cabeza, ayudándole ademas a respirar por la nariz, manteniendo su boca cerrada.
- Finalmente si en caso el paciente no mejora y peor aun se agrava su situación, se debe volver a utilizar el inhalador, y si encaso el medico recetó un medicamento con cortisona, es importante suministrarle a la victima este medicamento.
No olvidar que no todas los pacientes con asma toman el mismo medicamento, ya que en algunos casos se utiliza para inhalar o aspirar, mientras que en otros casos se toman en forma de pastillas. Estos medicamentos son de dos tipos: los de alivio rápido que controlan los síntomas de un ataque de asma, mientras que los de control a largo plazo, contribuyen a reducir el número de ataques y que estos no sean tan graves. Lo importante es tener a disposición los medicamentos necesarios para prestar auxilio a un paciente que presente un ataque de este tipo.
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